miércoles, 3 de julio de 2013

Lo que hay en un nombre...

Hacía mucho que quería publicar una entrada sobre nombres, de como terminas eligiendo un nombre para un bebe y dilemas varios, pero lo había ido dejando y dejando hasta ahora que tengo algo de tiempo.

La verdad es que hay gente que sabe exactamente el nombre que le van a poner a su retoño desde el primer momento, ya sea porque continúan una tradición familiar o porque les gustaba ya un nombre desde el principio. En nuestro caso, la cosa no fue sencilla, hasta 1 semana antes de nacer Cierzito no teníamos un nombre para él, lo gracioso es que sí teníamos una lista maja de nombres para niñas, pero claro ley de Murphy tenia que ser niño.

Queríamos algo que se pudiera pronunciar bien en inglés y español, y que pegara con los apellidos, porque hemos seguido la tradición española y lleva dos, aunque para UK lleva un guión entre ellos, pero bueno.

No Sres, no es tarea fácil que los nombres que le gustaban a uno, no le iban al otro, a eso sumarle que igual a ti te gusta un nombre, y seguro que hay alguien que conoces que o ya ha usado el mismo, para sus hijos, o que te recuerdan al pelmazo del trabajo, están muy trillados en ambos países, etc, pues la cosa se complica.

Nombres que se escriban y pronuncien igual o parecido, pues a mí me gustaba Eric, pero a su padre no le convencía, Daniel, Samuel, Simón, Adam, Alex... o no nos gustaban o conocíamos ya a alguien con ese nombre y eso a pesar de que al final el primer nombre de Cierzito ha resultado ser a lo español aunque hay traducción en inglés y además es tirando a tradicional. Tampoco podía terminar en n, porque sino con los apellidos era un sonido muy nasal, vamos un lío, menos mal que al final sacamos un nombre. Que aunque no lo creáis, es una responsabilidad importante, y ya poneros a pensar en las iniciales, que igual los nombres y apellidos son muy bonitos pero luego pones las iniciales e igual te sale alguna palabra rara o palabrota en alguno de los dos idiomas.

Llegamos hasta poner varios cuencos con los nombres que nos gustaban a cada uno, y los descartados en otro. al final el padre eligió uno, para mi sorpresa en su versión española y yo elegí el segundo también muy maño. Espero que en el futuro no nos acuse el pobre de crueldad.


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